Esta noche insoportable de insomnio la locura me acecha. Yo, de lo que huyo...
Sufro esta cacofonía que me taladra la cabeza. Fastidiosa armonía que me dice: 'tus delitos pagarás cualquiera que sean'. Arrastramos nuestras cadenas, nuestras penas.
Ofrezco mis noches a la Assasymphonie, a los réquiems, matando por desprecio lo que siembro.
Ofrezco mis noches a la Assansymphonie, a las blasfemias. Lo confieso; maldigo a los que se aman.
El enemigo presiona mi espíritu, festeja mis derrotas. Sin tregua me desafía. Reniego la herejía fatal que ronda en mi ser. Quiero renacer. Renacer...
Ofrezco mis noches a la Assasymphonie, a los réquiems, matando por desprecio lo que siembro.
Ofrezco mis noches a la Assansymphonie, a las blasfemias. Lo confieso; maldigo a los que se aman.
Lloran los violines de mi vida la violencia de mis deseos, sinfonía demente. Desconcertante concierto, toco sin tocar lo hermoso. Mi talento suena falso.
Ahogo mi aburrimiento en la melomanía; mato mis fobias en la desarmonía.
Ofrezco mis noches a la Assasymphonie, a los réquiems, matando por desprecio lo que siembro.
Ofrezco mis noches a la Assansymphonie, a las blasfemias. Lo confieso; yo maldigo a los que se aman.
17/2/12
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Dame fuerzas, Libertad, para hacer uso de tí con moderación y esmero. Dame ánimos, Verdad, para abanderarte hasta en tu último proyecto.