Hola, pesadillas. ¿Me habéis echado de menos? Yo a vosotros no.
Hacía tiempo que no os dejabais pasar y me preguntaba si, por fin, os habías olvidado de mí. Tengo la boca pastosa, con un desagradable sabor a ceniza. Siento esa extraña neblina pululando por mi cerebro, embotándolo.
Ey, dime, ¿donde quedaron las noches tranquilas? Donde no tenía que discutir conmigo misma si aquella sombra que veo es real o no.
8/2/12
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)



0 comentarios:
Publicar un comentario
Dame fuerzas, Libertad, para hacer uso de tí con moderación y esmero. Dame ánimos, Verdad, para abanderarte hasta en tu último proyecto.