Veo un manto de estrellas. La oscuridad envuelve mi cuerpo, cálido. Perdido entre hondas de mi propio pensamiento. Hay demasiada distancia entre yo y el suelo. Un sutil aroma a nicotina me trepa por la garganta. Si respiro hondo lo siento lamer mis pulmones.
He descansado más esta duermevela que si hubiera entrado en mi mundo de pesadillas. Aún si te mueves por la noche y me despiertas, no importa. Así sé que no te has ido. Ya sabes que odio notar el latido de mi corazón, sin embargo... me encanta como suena el tuyo.
Si tuviera que pedirle un deseo a esa estrella.. hubiera pedido poder congelar ese momento. Para que la complicidad entre tú y yo no acabara tan pronto. Para que las estrellas siguieran hablando con nosotras.
17/6/11
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Dame fuerzas, Libertad, para hacer uso de tí con moderación y esmero. Dame ánimos, Verdad, para abanderarte hasta en tu último proyecto.