skip to main | skip to sidebar

Cuando cae la noche...

14/7/13

Hold me


Había sido un día duro, después de todo. Entró en la casa casi arrastrando los pies, casi sin fijarse por donde andaba. Dejó las llaves y los papeles del trabajo sobre el mueble que había en el recibidor, demasiado cansada como para preocuparse por eso. Había salido un par de horas más tarde de lo que debería del trabajo y estaba algo espesa, por lo que tardó un largo rato en darse cuenta del silencio que reinaba en su piso. Todo estaba oscuro con las persianas medio bajadas, por lo que los últimos rayos de sol apenas conseguían iluminar las habitaciones.

-¿Ana? -preguntó al aire, como si esperara que este le contestara.

Quizás simplemente había salido, pensó. Era mucho de dejar las cosas para última hora, así que simplemente debía haberse olvidado de comprar algo o estaba por ahí haciendo alguna de las suyas. Se encogió de hombros, solo para intentar destensarse un poco el cuello, y caminó casi de forma autómata hacia su habitación. Se sorprendió mucho cuando en ella. No necesitaba encender la luz para reconocer aquel bulto que estaba hecho un ovillo en la cama.

-¿Ana? -volvió a preguntar, casi en un susurro. Se acercó con cautela, como si tratara con algún animal salvaje-. ¿Va todo bien?

Su compañera estaba abrazada a una de sus almohadas, con el rostro escondido. Parecía llevar allí horas, pero para nada lucía cómoda. Su cuerpo parecía en tensión, y se tensó más al escuchar su voz tan cerca. Ella simplemente suspiró y se sentó al borde de la cama, acariciando su cabeza de forma cariñosa. La escuchó hipar, como si intentara contener algún tipo de sollozo cuando notó sus manos sobre ella. Con infinita delicadeza le arrancó la almohada de las manos. Ella giró el rostro instantáneamente, con vergüenza. Eso provocó una oleada de ternura en la otra chica, que le acarició la mejilla con cariño.

-¿Me das un abrazo? -dijo Ana después de un largo rato de silencio, de forma algo ahogada.

No necesitaba respuesta, por lo que se recostó a su lado y le tendió sus brazos para que se acurrucara en ellos. Ana se agarró con fuerza a su chaleco, como si temiera que alguien se la llevara en algún momento, apretándose contra ella. Su pareja le besó la cabeza con ternura, enterrando sus dedos en su corto pelo y menciéndolo con delicadeza.

-No me sueltes – pidió Ana con tono implorante.

Ella soltó una risita queda, apretándola con mimo contra ella. Aquella chica, que siempre parecía tan segura de si misma, tan fuerte y tan inquebrantable... se le antojaba tremendamente frágil en ese momento.

-No te soltaría ni aunque lo pidieras -le susurró al oído apoyando su cabeza contra la suya.

Porque, después de tantas noches buscando refugio en sus brazos, se sentía bien ser ella la que la sostenía.
Etiquetas: Mis Creaciones

1 comentarios:

LRA Photo dijo...

Muy bonito, mujercilla :)

16/7/13, 23:16

Publicar un comentario

Dame fuerzas, Libertad, para hacer uso de tí con moderación y esmero. Dame ánimos, Verdad, para abanderarte hasta en tu último proyecto.

Entrada más reciente » « Entrada antigua Inicio
Suscribirse a: Enviar comentarios (Atom)
Sobre mí // Perfil Blogger

Hablando de...

  • Anime - Manga (3)
  • Canciones (21)
  • Citas (20)
  • Ego (34)
  • Eventos (5)
  • Extracto de AyD (2)
  • Libros (2)
  • Mis Creaciones (37)
  • Noticias (3)
  • Reflexiones (26)

'No soy un ángel. No me pintes las alas del color del paraíso'

Warning!

Cuando cae la noche está bajo licencia de Creative Commons (by-NC-=)

'Yo soy capaz de lo mejor y de lo peor. El único problema es que no diferencio uno de lo otro.'

HTMLquick.com logo
HTMLquick.com logo
HTMLquick.com logo

'Beber veneno por licor suave...'

 
Copyright © Cuando cae la noche.... All rights reserved.