No es que no te eche de menos, es que me puede el orgullo. Las ganas de verte se han hecho tan grandes que ya ni siquiera las noto, pues no son tangibles. He dejado de esperar que llamaras porque, obviamente, no vas a hacerlo.
No es que llore por tí, es porque me siento sola. Porque a pesar de estar rodeada de gentees como si el mundo estuviera vacío. Es como acostumbrarse a ver a traves de una pequeña ventana encerrada en una habitación cuando se está acostumbrada a correr por el campo libremente.
No es que haya dejado de ser intensa, es que cada intento se deshace en mis manos. Como si fuera barro, como si fuera tan delicado como un castillo de arena en la playa.
Y ha llegado a un punto en el que ni siquiera me importa. En el que tengo que hacer como si no me importara. En el que ni siquiera me interesa, en el que tiene que no interesarme.
No es que espere que leas esto, pues se que no estás. Ya no.
8/8/11
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Dame fuerzas, Libertad, para hacer uso de tí con moderación y esmero. Dame ánimos, Verdad, para abanderarte hasta en tu último proyecto.