Post resubido. Original de mi primer blog, oculto entre las cosas ocultas de mi cuenta (?) Estaba releyendo entras y creí que esta merecía la pena. Tenía fecha de 20/11/08, uala, más de año.

Bueno, hace un par de días que quiero subir esto. Aprovechando que quiero distraerme un poco me voy a poner a escribirlo.
El domingo tuve que ir con mi hermana a misa. Sí, es que ella va a hacer la comunión pronto y tiene que ir todos los domingos para escuchar el sermón. Psé. La verdad qeu todo ha cambiado mucho desde la última vez que asistí a una mesa [hace más de ocho años] En fin, tuve que ir porque mi padre fue a hablar con nosequién para comprarle la DS a mi hermana por reyes. Y como él es el que la lleva, y no podía ir... pues le toco a la hermana. Y mi madre diciendo que no me quejara, que no es para tanto. Voy a la casa del Señor, ¿no? En fin, de más queda decir que yo ya no soy creyente, si es que alguna vez lo fui. Total voy camino a la iglesia charlando distraída con mi hermana. De tonterías, claro. Tampoco es que se pueda hablar de temas m uy profundos con una niña de nueve años.
Cuando llegamos acababan de replicar las campanas -que por cierto, suenan un poco extraño últimamente- y todos entraban ceremoniosamente en el templo. Yo me quedé mirando la puerta con un poco de disgusto, perotenía que entrar. Total, que cuando entro y veo que está todo eso petado me quedo mirando un poco sorprendida. Que de creyentes aférrimos en mi pueblo, ¿no? Nait, e sque la mayoría eran familiares detrescientosmil niños que estaban sentados en las tres primeras filas. Lástima, ahora habría que encontrar un sitio donde sentarse. Yo hubiera preferido algo atrasado, medio escondido... bueno, ya, por eso de pnerme los cascos y escuchar la música mientras mi hermanita replicaba a las prases con las que el cura daba pie a las oraciones. Pero no, se ve que no podía ser. Una de las madres se acercó a mí, tan confiada, y se entabla una pequeña y traumática conversación.
-Buenos días, te veo un poco perdida.
-Sí.. Buenos días -miré a mi hermana-. Es que es la primera vez que vengo. Mi padre tenía que traer a la niña, pero no ha podido y...
-¡oh! Ella va a hacer la comunión pronto, ¿es cierto?
Le miré sorprendida, por el tono ilusionado que usaba. Con simpleza asentí. Creo que debería haberme quedado callada y haberme sentado en cualquier sitio con la niña. La mujer ( como ya dije, tomándose demasiadas confianzas) coge a mi hermana de la hermana y la guia hasta donde están los niños en las primeras filas, haciendola sentarse. Después se me acerca y me pide que la acompañe, que me siente con ellas. Sí, ellas en cursiva. Son un grupito de madres bastante "curioso", realmente. Muy ameno, se conocen todas y parece que hay buen rollo ( ¡¿pero qué buen rollo puede haber en una iglesia?!). No sé si eso me tranquilizó un poco o me puso más nerviosa. Me hicieron sentarme en una esquinita, y la mujer -no sé su nombre, ahora pienso que quizás debería haberselo preguntado- me sonrie de forma simpática. Le devolví la sonrisa con desgana viendo como el cura entraba y empezaba con su pedorreta inicial. Ahora recuerdo por que no me gustaba la iglesia de pequeña.
Lo había olvidado. Qué aburrimiento... Cada cosa que decía, me parecía más absurda que la anterior. Todos los pasajes que leyó se tiraron un rato revoloteándome en la cabeza. Sí, las desmenucé y encontré mil y un fallos bajo mi criterio, pero aún así he de reconocer a mi pesar que el cura de mi pueblo se lo curra para que sea lo más ameno y entendible posible(Y aún así cuesta, ¡fite! A parte, la sotana que lleva es de multicolor... cuando la vi por primera vez pensé: ¡Aivá!, la bandera gay). Conforme avanzaba el sermón empezaron a llegar más mujeres. Leñe, que estaba en la esquinita izquierda del banco y al cabo de poco más de diez minutos me vi en el extremo derecho (¡magia!) Lo que me sorprende es la sincronización, sin previo entrenamiento n inda, que tienen todos a la hora de respnder al cura. TODOS a la vez con el "amén", " te adoramos, señor", "bendito sea" y demás frases que se usan para cerrar o continuar con las oraciones. Eso por no hablar de las canciones (joder, si que cambian los tiempos. No me sé ninguna... no son las que yo canté para mi comunión :3) algunas de las cuales fijo que han sido inventadas por el cura. Qu epoco arte, dios. Si no rima nada... En fin, en medio de oraciones y canciones no me levanté en ningún momento. Bueno, se supone que en X ocasiones tienes que levantarte para rezar o lo que sea. pue sno, yo allí quietecita mirandolo todo y con cara de "¿qué hago yo aquí?".
Realmente eso pensé en todo el tiempo, aunque no me puse los cascos -.- Igual con la gente cantnado no se hubiera escuchado, así que nada. A lo que iba... en uno de esos momentos la mujer que me había hecho sentarme -al parecer me estaba mirando o yo que sé- me acerca la mano y me aparta el flequillo par aponermelo detrás de la oreja. Sí, me quedé un poco "¡lol!, ¿qué haces?". Me dio un poco de miedo, ¿eh? xD Me preguntó qu epor que no cantaba, y le dije que es que no me sabía ninguna canción. Que hacía mucho que no iba a la iglesia, así que como las canciones habían cambiado... Para que le diría eso, madre. Su respuesta fue bastante chistosa: -¡Pues mira! Aprovecha que tu hermana tiene que venir y te vienes los domingos. Así te las aprendes y echas el ratito con nosotras. ¡Já! Lo gracioso es que creo que lo decía enserio y todo, ¿eh?
No tengo yo nada mejor que hacer que meterme todos los domingos de 12 a 1 en la iglesia a escuchar historias de un libro y una religión en la que no creo. En fin, cuando el cura nos dio " la paz" (antes de lo cual, la nombrada ya mujer me hizo levantarme y darle las manos para entonar el Padre Nuestro y el Rosario) me levanté y recogía mi hermana lo más rápido que pude para salir de allí. ¿Rumbo? Mi casita, para no volver en una larga temporada a la iglesia. Ya tengo dosis suficiente de fé católica como para otros ocho años, ¡gracias!.

Bueno, hace un par de días que quiero subir esto. Aprovechando que quiero distraerme un poco me voy a poner a escribirlo.
El domingo tuve que ir con mi hermana a misa. Sí, es que ella va a hacer la comunión pronto y tiene que ir todos los domingos para escuchar el sermón. Psé. La verdad qeu todo ha cambiado mucho desde la última vez que asistí a una mesa [hace más de ocho años] En fin, tuve que ir porque mi padre fue a hablar con nosequién para comprarle la DS a mi hermana por reyes. Y como él es el que la lleva, y no podía ir... pues le toco a la hermana. Y mi madre diciendo que no me quejara, que no es para tanto. Voy a la casa del Señor, ¿no? En fin, de más queda decir que yo ya no soy creyente, si es que alguna vez lo fui. Total voy camino a la iglesia charlando distraída con mi hermana. De tonterías, claro. Tampoco es que se pueda hablar de temas m uy profundos con una niña de nueve años.
Cuando llegamos acababan de replicar las campanas -que por cierto, suenan un poco extraño últimamente- y todos entraban ceremoniosamente en el templo. Yo me quedé mirando la puerta con un poco de disgusto, perotenía que entrar. Total, que cuando entro y veo que está todo eso petado me quedo mirando un poco sorprendida. Que de creyentes aférrimos en mi pueblo, ¿no? Nait, e sque la mayoría eran familiares de
-Buenos días, te veo un poco perdida.
-Sí.. Buenos días -miré a mi hermana-. Es que es la primera vez que vengo. Mi padre tenía que traer a la niña, pero no ha podido y...
-¡oh! Ella va a hacer la comunión pronto, ¿es cierto?
Le miré sorprendida, por el tono ilusionado que usaba. Con simpleza asentí. Creo que debería haberme quedado callada y haberme sentado en cualquier sitio con la niña. La mujer ( como ya dije, tomándose demasiadas confianzas) coge a mi hermana de la hermana y la guia hasta donde están los niños en las primeras filas, haciendola sentarse. Después se me acerca y me pide que la acompañe, que me siente con ellas. Sí, ellas en cursiva. Son un grupito de madres bastante "curioso", realmente. Muy ameno, se conocen todas y parece que hay buen rollo ( ¡¿pero qué buen rollo puede haber en una iglesia?!). No sé si eso me tranquilizó un poco o me puso más nerviosa. Me hicieron sentarme en una esquinita, y la mujer -no sé su nombre, ahora pienso que quizás debería haberselo preguntado- me sonrie de forma simpática. Le devolví la sonrisa con desgana viendo como el cura entraba y empezaba con su pedorreta inicial. Ahora recuerdo por que no me gustaba la iglesia de pequeña.
Lo había olvidado. Qué aburrimiento... Cada cosa que decía, me parecía más absurda que la anterior. Todos los pasajes que leyó se tiraron un rato revoloteándome en la cabeza. Sí, las desmenucé y encontré mil y un fallos bajo mi criterio, pero aún así he de reconocer a mi pesar que el cura de mi pueblo se lo curra para que sea lo más ameno y entendible posible
Realmente eso pensé en todo el tiempo, aunque no me puse los cascos -.- Igual con la gente cantnado no se hubiera escuchado, así que nada. A lo que iba... en uno de esos momentos la mujer que me había hecho sentarme -al parecer me estaba mirando o yo que sé- me acerca la mano y me aparta el flequillo par aponermelo detrás de la oreja. Sí, me quedé un poco "¡lol!, ¿qué haces?". Me dio un poco de miedo, ¿eh? xD Me preguntó qu epor que no cantaba, y le dije que es que no me sabía ninguna canción. Que hacía mucho que no iba a la iglesia, así que como las canciones habían cambiado... Para que le diría eso, madre. Su respuesta fue bastante chistosa: -¡Pues mira! Aprovecha que tu hermana tiene que venir y te vienes los domingos. Así te las aprendes y echas el ratito con nosotras. ¡Já! Lo gracioso es que creo que lo decía enserio y todo, ¿eh?
No tengo yo nada mejor que hacer que meterme todos los domingos de 12 a 1 en la iglesia a escuchar historias de un libro y una religión en la que no creo. En fin, cuando el cura nos dio " la paz" (antes de lo cual, la nombrada ya mujer me hizo levantarme y darle las manos para entonar el Padre Nuestro y el Rosario) me levanté y recogía mi hermana lo más rápido que pude para salir de allí. ¿Rumbo? Mi casita, para no volver en una larga temporada a la iglesia. Ya tengo dosis suficiente de fé católica como para otros ocho años, ¡gracias!.



0 comentarios:
Publicar un comentario
Dame fuerzas, Libertad, para hacer uso de tí con moderación y esmero. Dame ánimos, Verdad, para abanderarte hasta en tu último proyecto.