Pesadillas

Hoy he tenido un mal sueño, una pesadilla. Es algo habitual en estas últimas semanas, o quizás debería decir en estos ultimos años. Es raro el día que no me despierto al borde de las lágrimas, con el corazón desatado. Y aunque la mayoría de las veces no consigo recordar gran cosa, eso no evita que la sensación de desasón se instale en mi cuerpo, que la angustia me consuma.
Por desgracia para mí hoy no ha sido un día de esos. No me refiero a las pesadillas, ya que he tenido un par de ellas, sino al hecho de no recordar. Solo recuerdo la situación, pero para mí ha sido suficiente. Es algo que nunca he vivido y que, así espero, nunca viviré en persona. Y aún así he sentido en mi piel el miedo y el miedo y la impotencia como si realmente estuviera allí. Es curioso lo que es capaz de hacer la mente humana...