Miss U

Estos días tu recuerdo está de nuevo muy presente en mí. Cada detalle de tu cara viene a mi mente como si apenas hiciera unos minutos que te has ido. Esa forma de mirarme... Me pregunto que pensarías de mí si pudieras verme ahora.
El destino es un ente caprichoso. Cuando te crees más invulnerable sopla con fuerza para destruir tu castillo de naipes. Y ahí me veo. Sola, desamparada.
Puedo decir que no es dolor lo que siento cuando recuerdo tu sonrisa; es nostalgia. Como cuando me despierto despues de haber soñado contigo, es un sabor agridulce.
Hace unos años me creía del tipo de personas fuerte, que aguanta golpe tras golpe sin ni siquiera trastabillar. Hoy, tras varias rajas y huesos rotos, he aprendido que no se trata de aguantar, si no de saberlo esquivar. De evitar todo el daño posible y aceptar de buen grado el que sea inevitable.
Porque no importa cuanto corras, cuanto te digas qeu lo has superado o que ya no te importa. En cuanto te pares, cuando bajes la guardia... los recuerdos te alcanzarán.
Y son un mar. A veces tranquilo y apacible; otros implacable, furioso y atormentado. Pero son tuyos, y te hacen ser quien eres. Por eso yo acepto los recuerdos que tengo contigo porque, aunque ahora duela, sé que me han ayudado a ser quien soy. Y, al fin y al cabo, yo misma soy lo único que tengo.