Siento algo que hace mucho que dejé de sentir. El Sol ahoga mi temor, ¿la Luna? absorve mis dudas.
Hay otra que rezuma celos y yo, pletórica, río de quien no supo acompañar mi sonrisa cuando se la brindaba.
El reloj ha parado. Aún así, sigo escuchando su molesto tictac.
No hay reservas, no hay explicación. Es lo que nunca fue, lo que siempre estuvo ahí.
El momento es ahora. El ahora, es tiempo.
Tiempo futuro cargado de luz, preñado de paciencia y sueños a medio hacer.
Mi camino es la incubadora que terminará de tejerlos. Hilo bordado en plata en el cielo. Estrellas que formarán tu nombre.
Por que yo soy dueña de ese destino olvidado entre zarzas.
Aún llevo espinas clavadas en la piel. Sangran las heridas que no he conseguido lamerme.
Pero aunque la mala hierba sea densa y el terreno demasiado extenso...
habrá alguna flor que merezca la pena en este edén del averno.
21/2/11
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Dame fuerzas, Libertad, para hacer uso de tí con moderación y esmero. Dame ánimos, Verdad, para abanderarte hasta en tu último proyecto.